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París es una capital increíble para visitar, pero hay algunas cosas que los turistas nunca deben hacer mientras visitan. Simplemente siga estas reglas y asegúrese de tener la oportunidad de pasar un momento fabuloso en lo que recientemente ha sido nombrada la ciudad más elegante del mundo.
Indice
Nunca compre boletos para atracciones y espectáculos el día del evento.
Para ahorrar tiempo y evitar largas filas en París, asegúrese de comprar sus boletos en línea con anticipación. La vista desde las torres de Notre Dame es impresionante, por ejemplo, 10 € ($ 11,61) para escalar, pero las líneas son impresionantes. Lo bueno es que los turistas pueden averiguar cuánto tiempo habrá en la cola antes de que decidan ir o no. Mejor aún, sáltese la línea y descargue la revolucionaria aplicación JeFile disponible en Google Play o el App Store.
Nunca suba las escaleras de la estación de metro Abbesses en París.
La mayoría de la gente sube y baja en la estación de metro Abbesses de Paris después de visitar los lugares emblemáticos de rodaje de Montmartre para 'Amélie'. Algunos tendrán que esperar un poco antes de llegar al ascensor, lo que hará que se sientan tentados a subir por las escaleras. Sin embargo, con sus épicos 36 metros y sus agotadores 200 escalones, Abbesses es la estación más alta de la red de metro de París. Mejor esperar al ascensor.
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Nunca tome fotografías en la famosa librería Shakespeare And Company en París.
Llena de historia literaria y el lugar perfecto para reflexionar, esta increíble librería está en la lista de todos los amantes de los libros. La tienda es muy relajada de alguna manera, ofreciendo sillones y bancos con asientos suaves en toda la librería para que los lectores se sienten y vean uno interesante. Sin embargo, hay ciertas reglas que hacen cumplir con fiereza: una de ellas es no tomar fotografías. Aunque algunos turistas intentan hacer fotos a escondidas, pueden meterse en problemas. La librería también tiene otras reglas como no acariciar al gato residente, pero la regla sin foto es la más seria.
Nunca suba a un medio de transporte parisino sin un billete válido
En Londres, la mayoría de las estaciones centrales tienen un sistema de escucha que hace que sea imposible escapar sin un boleto válido. Sin embargo, las personas solo necesitan el boleto para ingresar, ya que todas las salidas se abren automáticamente en París. Si bien puede parecer tentador para algunas personas omitir la compra de boletos, quienes lo hagan pueden estar sujetos a una fuerte multa.
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Nunca asuma que la gente habla inglés solo porque es la capital.
Dado que París es la capital y, por lo tanto, una de las regiones más multiculturales de Francia, hay muchas personas que hablan inglés bastante bien. Pero también hay parisinos que están hartos de los turistas que no se molestan en aprender una sola palabra de francés. Es una buena idea iniciar una conversación en francés si es posible, incluso si es algo tan simple como "cómo ir a la estación"." (cómo llegar a la estación).
Nunca espere que el metro lo lleve a su destino a tiempo.
Con la capacidad de escapar de los atascos que los autobuses bloquean la mayor parte del tiempo, el metro de París es una de las formas más convenientes de moverse por la ciudad. Sin embargo, todo depende de la línea de metro. Los usuarios que toman uno de los metros modernos con puertas correderas automatizadas como la Línea 1 tienen menos probabilidades de experimentar problemas con metros más antiguos como los que circulan en la Línea 11 y sus luces intermitentes entre Châtelet y Hôtel de Ville y algunos retrasos entre estaciones. Asegúrese de permitir más tiempo.
Nunca pague con billetes grandes en la panadería.
Hay cientos de panaderías en París, y comer un pain au chocolat o un croissant todavía caliente por la mañana mientras miras la Torre Eiffel o bebes un vaso de jugo de naranja es una de las partes más sabrosas de un viaje. Pero dado el precio relativamente bajo de sus productos, a las panaderías no les gusta tener que romper grandes billetes. Así que asegúrese de pagar con un pequeño cambio si es posible.
Nunca cuente con taxis a altas horas de la noche en París
No es raro tener que pasar una hora buscando un taxi en París porque, a diferencia de ciudades como Nueva York y Londres, los noctámbulos no pueden confiar en que un taxi pase. Además, el sistema de parada de taxis es extremadamente poco fiable, incluso durante el día. Sin embargo, los servicios de automóviles para teléfonos inteligentes como Uber, LeCabet HolaCab son una alternativa fabulosa y seguro que llegarán cuando sea necesario.
Nunca subestimes la tradición de besar las mejillas
Aquellos que tengan la suerte de ser invitados a una fiesta francesa o simplemente invitados a una comida grupal, estén listos para abrazar a todos. Al contrario de lo que algunos podrían esperar, besa a extraños en la mejilla en masa y no solo amigos y familiares es la norma. Incluso si hay 40 invitados, aquellos que se salten esta tradición social serán vistos como groseros.
Nunca pida que su bistec esté bien cocinado en restaurantes parisinos de lujo.
La cocina francesa tiende a cocinar la carne más liviana de lo que los turistas están acostumbrados, y por eso a veces se considera de mala educación pedir un bistec bien hecho. Se dice que los sabores de la carne se queman cuando se cocinan demasiado, estropeando la golosina. Por supuesto, aquellos que no pueden aceptar el pensamiento francés pueden pedir el "bien cocinado", pero muchos camareros intentarán dar propina a los comensales para que lo prueben "cocinado a la perfección".
Nunca olvides tus frases corteses en francés
Como París está llena de turistas, es fácil ponerse del lado malo de los lugareños que se enojan con la multitud. Por lo tanto, recuerde tener buenos modales al interactuar con el personal de servicio, los vendedores ambulantes o incluso cuando simplemente cepille a las personas en el metro. Salude cortésmente a los demás con algunas frases aprendidas como perdón (Lo siento), ¡Hola (Buenos dias), Adiós (adios y misericordia (gracias) y evita ser visto como un turista aburrido y grosero.
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